Muchas veces nos hemos preguntado cuál es (o debe ser) la cara de (bi)gital»: ¿es un estudio de diseño? ¿es una empresa? ¿es una idea? Buscar cómo reflejar lo que somos y porqué hacemos lo que hacemos. (bi)gital» es una idea, pero más que nada, es un plan (de vida). En el 2006 dimos una charla en la Universidad de Otago (NZ) en la que contábamos nuestra experiencia.
(bi)gital» es, también, “Tomás y Carolina”. Somos dos diseñadores que volcamos los conocimientos adquiridos trabajando en diseño para televisión, diseño editorial, tipografía, identidad corporativa, dentro del continente de los medios digitales, creciendo y aprendiendo de ellos, programando en distintos lenguajes, aprendiendo sobre usabilidad, interacción, y adaptándonos permanentemente al dinamismo de la información líquida.
Nuestro primer espacio virtual propio
Conectados a internet con una conexión lentísima por modem registramos bigital.com en agosto 1996. Teníamos nuestro propio dominio, un espacio real en el ciberespacio (en un momento en el cual muy pocas personas en Argentina tenían acceso a internet o una cuenta de e-mail). Hicimos nuestro primer website, con una interfaz lúdica, tratando de llevar el HTML del momento al límite para lograr que los textos (en Times) lucieran decentes; usamos mucho texto como imagen en Syntax (gifs) y un poco de javascript para lograr impacto visual. En 1997 lo actualizamos y usamos frames para armar la estructura, y algunas páginas eran dinámicas y cargaban opciones aleatoriamente. En esa época, y debido a que muchas personas –y muchas empresas– aún no tenían acceso a internet, hicimos una presentación interactiva de (bi)gital» que mostraba los contenidos del website y que cabía en un diskette (1.44Mb).
Ya para esa época nos empezó a fascinar el manejo de información, el cruzamiento de datos y las posibilidades de presentar los mismos con distintos abordajes. A modo de aprendizaje y de juego, nace (URL)bano «un espacio virtual para reflejar el pulso de la urbe». Combinaba textos y fotos de distintas ciudades, en layouts dinámicos que iban cambiando de manera aleatoria.
En 1998 realizamos para la Akademie Schloss Solitude nuestro primer website con CMS (Content Management System), antes de que el mismo término fuera acuñado. En esa época casi no había administradores de contenidos (existían desarrollos como NetObject Fusion, del cual eramos beta testers, pero recién estaba ganando momento PHP con su versión 3.0, MySQL estaba superando a MiniSQL y Dave Winer recién estaba pergeñando su idea de Edit this page) por lo que optamos por diseñar, programar y desarrollar desde cero todo el sistema, utilizando PHP, MySQL, la versión 5.2 de RedHat Linux y recomendando la compra de un servidor RaQ de Cobalt (antes de que esta empresa fuera adquirida por Sun Microsystems).
Corrieron muchos bits por la red, y recién en el año 2001 decidimos lanzar la versión 2.0 del website de (bi)gital». Ya no queríamos detallar «productos y servicios» siguiendo un modelo importado que no servía para hablar de nosotros, así que armamos una home muy simple con un timeline que enumeraba por años los proyectos, más tres páginas nuestras biografías, artículos, y contacto. No éramos una gran empresa sino un par de gitanos digitales que viajabamos de acá para allá con nuestras portátiles. Pero, paradógicamente, también éramos capaces de encarar trabajos que, en muchos casos, eran realizados por empresas con más de una docena de empleados.
En septiembre de 2001 nació bigital.org, que funcionaba con una versión primigenia de eZ Publish, un CMS de código abierto, distribuido bajo la licencia GPL y desarrollado por la compañía noruega eZ Systems. El proyecto era un intento de revista digital (espacio luego capturado por el advenimiento masivo de los Blogs), siendo la parte educativa, o «no comercial» de (bi)gital». En su home expresábamos:
El objetivo de este site es dar un espacio a los aficionados a la tipografía, al diseño, a la comunicación. Un espacio a dónde poder expresar sus ideas, mostrar y discutir sus trabajos, obtener información, compartir experiencias»
A fines de 2005 surge una versión 3.0 de bigital.com, totalmente renovada, y con un concepto diferente: más textual, con una interfaz limpia y sencilla. En este caso, el sistema de administración utilizado era Drupal, que aún hoy sigue siendo uno de nuestros CMS preferidos. Las posibilidades tipográficas y de layout que nos daba el uso de las CSS, sumado a los años de experiencia utilizando diferentes tecnologías para proyectos ajenos, nos ponían en otro lugar profesional y ésto queríamos reflejarlo en nuestro espacio. Es claro que no nos importa sólo el impacto visual o la atracción lúdica de quién vea nuestro website, sino transmitir nuestra ideología con respecto al medio, nuestra filosofía de trabajo, nuestras ideas y pensamientos. Reflejar quiénes éramos con mayor transparencia, y ya sin miedo a decir «no somos una gran empresa» en términos de tamaño físico. Ni lo queremos ser.
En 2005 empezamos a publicar contenidos con mayor asiduidad: Tomás publicaba reseñas sobre los temas que estudiaba, libros que leía o seminarios que cursaba en su paso por la Carrera de Especialización en Teoría del Diseño Comunicacional, diCom –para la cual escribió una tesina cuyo tema hace referencia al crecimiento de la blogósfera como consecuencia del mejoramiento de la interfaz de los sistemas de publicación online.
En 2008 cambiamos nuevamente, comenzando a administrar el sistema con WordPress, haciendo más dinámico el website de (bi)gital», escribiendo con mayor frecuencia artículos en inglés y castellano, en un espacio en el cual están todos los textos integrados. Paralelamente iniciamos Crónicas del diCom como un área para publicar contenidos relativos a la carrera que ambos iniciamos en dicho año, la Maestría en Teoría del Diseño Comunicacional.
Finalmente, comenzamos el 2009 con una versión 4.2 para (bi)gital», esta vez corriendo sobre WordPress-µ Es un espacio con una mejor interfaz que permita acceder a los contenidos por distintos caminos de manera transparente. Como siempre, es un juego que combina nuestra avidez por aprender cosas nuevas, por ser más claros en lo que queremos transmitir, y por mantenernos a tono con las tecnologías utilizadas en cada momento.