Del papiro al hipertexto

Escribí este texto como uno de los trabajos prácticos dentro de la Carrera de Especialización en Teoría del Diseño Comunicacional (diCom), analizando el libro Del papiro al hipertexto. Ensayo sobre las mutaciones del texto y la lectura de Christian Vandendorpe.

El texto en cuestión

En este libro de 224 páginas, Christian Vandendorpe —profesor de la Universidad de Otawa— realiza un análisis sobre las diversas mutaciones del texto y la lectura a través de los tiempos y las tecnologías imperantes.

Como el mismo autor indica, por honestidad intelectual, tanto como por espíritu de investigación, los textos que componen el libro fueron escritos con una herramienta de edición hipertextual y luego se retrabajaron para conformar esta edición. Esto permite abordarlos tanto de manera secuencial (los diversos artículos se encuentran ordenados tematicamente) como libremente, a elección del lector. Es justamente en esta oposición entre linealidad y tabularidad —entendiendo como texto tabular aquel que permite que el lector vaya directamente al punto que le interese— donde se halla el hilo conductor de esta obra, que está dominada por la cuestión de la lectura. Según el autor, la manera en que se concibe la lectura también determina la organización del texto y la parte de control que el autor acepta otorgar al lector o que elige reservarse.

En un total de 35 notas —entradas ofrecidas a la reflexión más que capítulos— de una extensión relativamente breve, se tratan distintos conceptos: entre ellos el pasaje de la oralidad a la escritura, la evolución de los textos escritos en relación a la industria del libro, el vínculo entre texto y contexto de lectura, la dinámica propuesta por un texto entre el autor y el lector, el desarrollo de la cultura hipertextual y su relación con la fragmentación del discurso, la puntuación y su vinculación con la lectura, la lista como género discursivo de la web, la transportabilidad y permanencia como características constitutivas del libro y las computadoras como anuncio de una revolución radical donde cualquiera pueda volverse autor y productor de textos.

En Hacia la tabularidad del texto el autor realiza un panorama histórico del desarrollo de la producción de textos escritos. Señala que, a diferencia de los textos jeroglíficos cuyo componente pictográfico es de caracter visual y espectacular, la escritura alfabética fue concebida como traslación del texto hablado, a tal punto que la oralidad extendía también su dominio sobre el soporte del texto. El contenido lineal desarrollado en un volumen, presuponía que el lector leía de la primera a la última línea ya que no tenía más opción que ir desarrollando el volumen a medida que leía en un orden rigurosamente lineal y continuo. Vandendorpe indica como hecho notable que la manera de manipular un volumen involucraba ambas manos, impidiendo así la toma de notas.  En contraposición, el códice —que apareció por primera vez en la Roma clásica— marcará una ruptura radical con este antiguo orden. En el códice, aparece el concepto de página, que permite manipular un texto mucho más facilmente. La página hace que el texto deje la linealidad para entrar en la tabularidad. Además, al liberar su mano, permite al lector cambiar su rol de receptor pasivo y participar activamente en la escritura mediante las anotaciones.

El códice permite acceder directamente a cualquier punto del texto, así como mediante el uso de señaladores también reanudar la lectura donde se ha dejado. Esto cambia radicalmente la relación entre el lector y el texto. Como nota la historiadora Colette Sirat —citada por Vandendorpe— se necesitarán veinte siglos para percatarse de que la importancia primordial del códice para nuestra civilización fue permitir la lectura selectiva y no continua, contribuyendo así a la elaboración de estructuras mentales donde el texto está disociado de la palabra y de su ritmo.

Es a partir de ese momento en que empiezan a surgir diversas maneras de orientar al lector dentro de la masa textual. La página como unidad visual de información, relacionada con las que la siguen y la preceden, que puede ser numerada y tener un folio explicativo, obtiene un valor muy diferente al de la columna de texto del volumen. Además de permitir la cohabitación del texto y las imágenes también puede ser expuesta a la vista de todos. Pasa a ser el sitio donde el texto accede al orden de lo visual.

Vandendorpe nota también que es por la misma época que diversas innovaciones cambiaron la relación del texto con la lectura. Entre ellas destaca la separación entre palabras, aparecida en el siglo VII, así como otras prácticas que fueron apareciendo entre los siglos XI y XIII que permiten al lector escapar de la linealidad: el sumario, el índice y el folio explicativo.

La paginación además de favorecer el ritmo de la lectura, permite la discusión sobre los textos y la remisión de distintos lectores a un mismo pasaje. Esto favorecerá el proceso de tabularización y la imprenta generalizará los procedimientos de entradas múltiples, al punto en que el lector pueda identificar exactamente hasta donde llegó en su lectura, evaluar la importancia respectiva de una sección en relación a otra y hasta olvidar detalles a los que puede volver fácilmente mediante el uso de un sumario. Esto le permite seleccionar solamente los aspectos del libro que le interesen.

El autor indica que una vez que el texto ha sido organizado a manera de códice, deja de tener un caracter lineal que se devana como un hilo y pasa a ser «una superficie cuyo contenido se percibe mediante aproximaciones cruzadas». Como esto permite observar el texto como si fuese un cuadro (Tableau en francés) esas referencias son llamadas en esta obra «tabulares».

La noción de tabularidad además puede ser vista como dos realidades diferentes: la tabularidad funcional, que apunta a dar cuenta de los medios de orden organizativo que facilitan acceso al contenido del texto y su lectura (los sumarios, los índices, la división en capítulos y en párrafos); y la tabularidad visual, que permite que el lector pase de la lectura del texto principal a la de las notas, glosas, figuras, ilustraciones, todas presentes en el espacio de la doble página.

Cerrando este capítulo, Vandendorpe indica que el mayor o menor grado de tabularidad de un libro también dependerá de su contenido y uso, notando que algunos géneros, como el álbum para niños, son más propensos a una lectura lineal mientras que otros, como la obra erudita, ven multiplicadas las referencias tabulares. Sin embargo —concluye— si se trata de desarrollar una argumentación, el hilo lineal todavía puede constituir una opción defendible, en la medida en que el autor quiere asegurarse de que el lector tomará conocimiento del conjunto de su demostración.

Como conclusión, finalizada la lectura del libro, podemos observar que en este caso resulta más atractivo seguir el camino discontinuo, establecido por el medio original en el que los textos fueron escritos, que dejarse llevar por la lectura secuencial propuesta en la edición. Debido a que la continuidad de un artículo a otro está dada por una relación temática global y a que cada texto cierra un pequeño tema en sí mismo, el contrato de lectura establecido entre el autor y el lector se hace lo suficientemente lábil como para quebrarse al final de cada capítulo, permitiendo un salto, no ya al capítulo siguiente sino a cualquier otro. Esto logra un efecto muy particular: por un lado, la lectura de este material se caracteriza por un sentimiento de urgencia, de discontinuidad y de una elección que debe renovarse constantemente —como en un hipertexto—; por otro, el lector tiene permanentemente la sensación de navegar en la superficie, sin ahondar demasiado en los temas propuestos. Quizás debido a que en su traducción al formato impreso, el texto a perdido su característica primordial: los hipervínculos.

Bibliografía

Vandendorpe, Christian: Del papiro al hipertexto, trad. de  Víctor Goldstein, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina, 2003.

Un retrovínculo

  1. Desde The future of the book | (bi)gital» el September 22, 2010 a las 11:00 am

    […] dive into – stories. In an absolute ‘tabular’ way of thinking (I wrote about it in Spanish: Del papiro al hipertexto, a review of Christian Vandendorpe’s book, and Narrativas relacionales), narrative obtains a […]