Collaborative intenta llegar a ser el apoyo estratégico y económico para emprendedores creativos que quieren cambiar el mundo. Se basa en dos temas: la creciente importancia de los valores en relación a las decisiones que tomamos acerca de para quién trabajamos, qué compramos y cómo usamos nuestro tiempo; y el cambio de una economía basada en hiper-consumo a una basada en el consumo colaborativo. Estas dos fuerzas representan una significativa oportunidad para reinventar como hacer negocios y transformar nuestra vida diaria mediante nuevas tecnologías, productos y servicios.
Hace poco publicaron un gráfico que muestra como la vida moderna puede ser compartida colaborativamente. Hay una cantidad importante de objetos de poco uso que tienen un gran potencial para ser compartidos.
Están financiando gran cantidad de emprendimientos relacionados con este modelo, tales como
- Kickstarter una plataforma que financia proyectos creativos en todo el mundo. Todos los meses, 10.000 personas aportan millones de dólares a proyectos del mundo de la música, el cine, el arte, la tecnología, el diseño, etc.
- CreativeMornings, un desayuno mensual con una serie de conferencias relacionadas con la creatividad. Son gratuitos y constan de una charla de 20′ más un café. Se lleva a cabo en Nueva York, Zurich, Los Angeles, San Francisco, y se ha estado extendiendo a otras ciudades.
- BankSimple, consiste en crear una mejor interfaz para el uso de bancos online.
- ProFounder, creada para asegurarse que todos los emprendedores tengan acceso a recursos que puedan necesitar a través de comunidades de apoyo.
- MindSnacks, una plataforma digital de aprendizaje mediante juegos.
- Gobble, un mercado de comida casera para consumidores directos (no restaurants).
- Massive Health apunta a ayudar a la gente a controlar su peso y mejorear sus salud.
- Skillshare es un mercado comunitario de aprendizaje de todos y para todos, democratiza la enseñanza cambiando la noción de educación tradicional verticalista.
- TaskRabbit es un mercado de personas que hacen mandados y tareas.
El consumismo colaborativo es, según la revista Time, una de las 10 ideas que van a cambiar al mundo. Se trata de la explosión de los últimos años de compartir, prestar, intercambiar, alquilar, regalar y cambiar surgida o incrementada mediante el uso de las redes en una escala que antes no había sido posible. Se ha visto manifestada mayormente y en su inicio por mercados online tales como eBay (o nuestro local MercadoLibre) pero ha ido creciendo con redes como Airbnb (alojamiento, alquileres de piezas, departamentos, lugares, de persona a persona) por mencionar dos que son populares/exitosas. El consumismo colaborativo ha irrumpido en el modelo de negocios tradicional influyendo no sólo en lo que consumimos sino en cómo lo hacemos. peer-to-peer se ha convertido en un standard de cómo las personas intercambian espacios, mercaderías, habilidades, dinero, servicios, y están apareciendo todos los días nuevos websites que respaldan estas redes en distintos lugares del mundo. En resumen, se trata de obtener el beneficio de usar un producto sin la necesidad de ser el dueño del mismo, el modelo tradicional basado en propiedad privada individual.
Ya en el año 1999 en Alemania nos sorprendía un club de autos compartidos que funcionaba hacía años, en los que uno se asociaba para disponer de un auto por hora o por día para cuando lo necesitara, sobre todo para aquellos que no necesitan un vehiculo constantemente. También la idea inicial del Smart era que uno no compraba un objeto (auto) sino un servicio, que podía usar cuando necesitara, idea que no prosperó. O, en Nueva Zelanda, la “biblioteca de juguetes”, que era bastante popular entre las madres de niños pequeños.
Algunos ejemplos de consumismo colaborativo son: compartir autos o bicicletas, compartir viajes, energía solar, alquiler de juguetes, prestamo o alquiler de ropa y accesorios, alquiler de películas o música, canjes de libros o de indumentaria, etc. Se hace extensivo a lo que se refiere a “estilo de vida”, y así la gente también comparte tiempo, espacios, habilidades, conocimiento, viajes, etc., hasta la tierra, como es el caso de huertas o jardines compartidos.