¿Cuántas veces se escucha decir que un aparato electrónico como una computadora portátil o un reproductor de música “en dos años lo tirás a la basura”?
Según Nathan Shedroff Apple es un muy buen ejemplo de estrategia de desmaterialización. No sólo para sus productos en sí sino también para el entorno de los mismos (packaging, accesorios, etc.). Es la base de su estrategia de sustentabilidad. Un ejemplo es como reduciendo el packaging de la MacBook en un 53% entre 2006 y 2010, pueden enviar un 80% mas de cajas en cada flete aéreo, ahorrándose el vuelo de un avión 747 cada 23.760 unidades que despachan. (ver mas detalles en Apple Medio Ambiente)
A menudo se escucha hablar de una obsolecencia planeada basada en la estrategia de vender nuevos productos cada año, pero los ingenieros de Apple tienen en cuenta la sustentabilidad desde la generación de cada producto. Y son capaces de opmitizar tanto el hardware como el software de un modo que pocas empresas han podido hacer, manteniendo el mismo nivel de calidad y a valores competitivos (al menos en países como Estados Unidos). Shedroff dice que él no tiene evidencia de que Apple acorte la vida de sus productos intencionalmente para que tengan que ser reemplazados, ni de tener que rediseñar los nuevos productos con la intención de que los anteriores luzcan viejos. Es más, muchos productos han tenido seis, ocho y hasta diez años de vida manteniendo el nivel de prestación. Y de eso puedo prestar evidencia, siendo que trabajo con una PowerBook Titanium del año 2001, que tiene sus fallas, pero cuya performance me permite seguir utilizandola. Mis hijos utilizan como “consola de juegos” una portátil de 1998 (Powerbook G3 Wallstreet), y el mayor inconveniente de estos equipos es sus lentitud para navegar en la web debido a la sofisticación que han ido adquiriendo los navegadores y los contenidos de los sitios. Pero no podría decir que son equipos para tirar a la basura –de hecho son mucho mejores que algunos juguetes “nuevos” que se venden con la funcionalidad de una computadora.
Para una empresa de tecnología, esto es mucho tiempo, basta ver lo que ocurre con los teléfonos celulares, o los cambios que se han dado en los últimos «5.000 días que tiene la web» tal como lo ha descripto Kevin Kelly en su charla de TED.
Es cierto que continuamente salen nuevos productos, y que los mismos tienden a ser mejores, y, obviamente, uno siempre quiere tener lo mejor, pero eso no convierte en obsoletos a los anteriores. Y en ese sentido, Apple brinda mucho soporte durante varios años para sus productos, por ejemplo para el iPod que salió hace 8 años el soporte sigue vigente, y muchas veces el nuevo modelo simplemente tiene más capacidad o mejor procesador, y alguna que otra mejora en el software, pero básicamente sigue siendo lo mismo. Y tiene productos alternativos más económicos como puede ser el iPod shuffle, para alguien que quiere escuchar música y no necesita un aparato con pantalla o video, o la alternativa del iPod touch, ideal para un chico que puede aprovechar todas las funcionalidades de un aparato como el iPhone (email, messenger, mapas satelitales, videos on-line, juegos) pero no necesita el teléfono.
Un ejemplo claro fue el cubo (Power Mac G4 Cube), una computadora con un procesador G4 de 450/500 MHz, silenciosa por su sistema único de ventilación, pequeña y de diseño totalmente innovador, que salió al mercado en el año 2000. Un año después y habiendo vendido unas 150.000 unidades aproximadamente, lo discontinuaron porque la gente se inclinaba más a comprar las torres Power Mac G4, a las cuales veía más robustas y potentes. Los vanguardistas siempre han sido criticados e incomprendidos, a veces tengo la sensación de que ése es el caso de empresas como Apple.
Fuente: How can Apple be sustainable?, Nathan Shedroff 2010.