Nuevos buscadores y la web profunda

Diving

La web, ese entramado de documentos digitales enlazados mediante hipervínculos y básicamente construida mediante la utilización del protocolo de transferencia de hipertexto (HyperText Transfer Protocol), es un espacio multidimensional de enorme magnitud. Sin embargo –las palabras que usamos la mayoría de las veces significan lo que quieren significar, más allá de que Humpty Dumpty se reúse a reconocerlo insistiendo que solamente importa ‘quién manda’– nos empecinamos en ‘surfear’ –en la cresta de la ola de Google esto es simplemente ‘googlear’– o a lo sumo ‘navegar’ en este espacio. Si consideremos aunque más no sea por un momento que la metáfora acuática es todavía válida, nos atenemos entonces a practicar actividades de superficie, reconociendo de esta manera que por un lado, no sabemos como ir más allá y que por otro lado, no estamos capacitados para hacerlo (al menos sin un buen tanque de oxígeno): en las profundidades abismales e insondables –aquellas a las que no llega la Google-sonda– solamente nos espera algo oscuro y tal vez siniestro. ¿Qué validez tendrá finalmente un documento que hemos encontrado pero que no tiene referencia alguna en la parte más conocida de la web?

El concepto de la ‘web profunda’ o la ‘web invisible’ básicamente indica que hay diversos planos de la web que son invisibles a los buscadores y por lo tanto son en menor o mayor medida recursos inaccesibles. Autores como Chris Sherman y Gary Price han descripto diversos motivos por los cuales ciertos documentos pueden permancer ajenos al sistema de búsqueda predominante: páginas que pueden ser indexadas pero que no lo son, páginas que son de acceso privado, sitios con acceso restringido a usuarios registrados, etc. estableciendo diferentes sub-categorías tales como ‘la web opaca’, ‘la web propietaria’ y demás (ver The Invisible Web).

En estos días en que surgen a la luz nuevos buscadores como Wolfram Alpha o Bing, en una clara competencia contra Google, el gigante indiscutido –hasta ahora– que maneja un porcentaje absolutamente mayoritario del tráfico, mi pregunta simplemente es si esta lucha nos ayudará de alguna manera tal vez insospechada a nadar en aguas más profundas. Tal vez en ese momento dejaremos de surfear y navegar (términos absolutamente perimidos pero permítanme el anacronismo…) para empezar a hablar de ‘snorkeling’ y buceo.