Complejidad 2.0: impresiones de principiante

Es curioso cómo después de hablar entre nosotros el últimos tiempo sobre diferentes temas que nos preocupan y su complejidad, terminé en esta reunión, la segunda de este año, del grupo de complejidad iniciado por Mario Kiektik. Es la primera vez que asisto a una de estas tertulias, como él las llama.

Creo que a uno siempre le interesan los temas que lo tocan más de cerca, que está pasando, algunos que ni siquiera puede definir o identificar, otros que le son conocidos pero que todavía no se resolvieron. La vida de todos los días, en la simplicidad de su rutina, está sesgada por la complejidad. Cómo organizar un cumpleaños infantil de 6 años para 45 chicos, cómo criar a los chicos uno mismo trabajando desde su casa, como crecer para mejorar la situación económica que tiene en el mismo tiempo en el que tiene que trabajar para cubrir el día a día. O yendo un poco más allá, cómo se resolverá la situación del campo? Y yendo un poco más allá, qué pasará en este país dentro de 5 años o cuando la situación internacional deje de ser tan favorable…?

Por eso la complejidad en estos temas tratados a pesar de ser diferente en varios puntos se asemejó bastante a lo que trato a menudo sobre el día a día.

Empezó Viviana Dehaes que trabaja en EducAr, hablando sobre La complejidad y las interfaces –sobre todo para la Web. Mencionó la frustración que recibe un usuario al querer operar y no encontrar los comandos, o querer moverse dentro de un sitio y no saber a dónde ir. Habló también de cómo muchas veces por simplificarle la vida a un usuario se quitan opciones pero en realidad no se simplifica el uso sino todo lo contrario. Cerró con el ejemplo de un panel de control como de una alarma, que tenía a simple vista 4 botones con funciones básicas. Al abrir una tapa que cubría dichos 4 comandos, se veía toda la botonera con más funciones: a veces las interfaces van enseñando progresivamente a los usuarios como interactuar.

Le siguió Andrés Ricardo Schuschny, Dr. en Economía y físico. Los sistemas complejos evolucionan en el borde del caos ¿qué significa eso? Nos habló sobre varios temas, entre ellos el modelo de Ising. Explicó la teoría de las avalanchas, “el modelo de la pila de arena”. Una de las cosas que me quedo de su compleja exposición fue cómo los sistemas se reorganizan dentro del caos, “cómo me dejo influenciar por el vecino”. Y en seguida lo relacioné con un tema que venía dando vueltas en nuestras conversaciones que es cómo en la política los rumores hacen de un chisme una noticia que trae consecuencias, como por ejemplo la corrida bancaria, o más grave, hacer renunciar a un funcionario.

Nacho Uman, autodefinido como comunicologo, está haciendo su tesina en comunicación su charla era: El modelo de las dos conversaciones en relación con lo emergente. Hablo de cómo la ciencia divulga sus descubrimientos y los hace accesibles al público (no científico). Cómo una noticia debe ser divulgada para terminar siendo noticia y como muchas veces la manera en que se la transmite genera una complicidad con el lector que hace que se disemine, “historias que atraen la atención y luego se repiten”.

Mateo Ortega habló sobre La organización mirada desde la complejidad. Simple pero no simplificado. Hablo sobre la flexibilización o fluidez de las organizaciones de hoy en contraste con la rigidez de lo que era hace unos años. El pensamiento colectivo como modo de adaptarse a los cambios.

Por último, Marina Umaschi Bers habló de La complejidad de la identidad, sobre su trabajo en el área de educación, su proyecto está involucrado en la educación de niños en edad preescolar mediante el uso de la ciencia y la tecnología, haciendolos lidiar con problemas que pueden resolver construyendo con bloques (Lego), armando nuestra identidad con robots como lo definió Marina, para lo cual utilizan Lego Mindstorms. Cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a las generaciones más jóvenes a resolver problemas, de todo tipo. La idea detrás es que a los chicos no se les da conocimiento masticado sino elementos “bloques” para que ellos lo “construyan”.

Para mi fue la expocisión más interesante por varios motivos: las edades de mis hijos (6 y 3 años) y  otros temas relacionados con la educación que nos vienen preocupando en los últimos años, desde que empezamos a estar un poco más metidos en la enseñanza (universitaria) del diseño. Me recordó la conferencia TED de Sir Ken Robinson: Do schools kill creativity?, en la cual él habla de que nadie tiene idea de cómo va a ser el mundo en el 2026, año en el que egresarán los chicos que entran este año a la escuela, entonces cómo pensar en lo que tenemos que enseñarles? Hoy en día la creatividad en la educación es tan importante como la instrucción; hay que re-enseñar a la gente a ser creativa cuando están ya en un trabajo o en la universidad cuando se trata en realidad de una condición innata, que nos encargamos de perder al entrar al sistema educativo. Los chicos son innovadores natos, tienen permanentemente ideas nuevas y soluciones frescas. Si no saben algo, se arriesgan, adivinan, no les importa equivocarse, y a medida que los educamos pierden esa capacidad porque tienen miedo de hacerlo mal.

Por supuesto que el tema planteado por Viviana de las interfaces de sistemas informáticos complejos me interesa muchísimo, pero como he leído mucho sobre este tema en los últimos 10 años me resulta menos novedoso. 

Al terminar todas las charlas los temas que surgieron fueron varios, uno fue el de la ideología, la diversidad, la educación. Terminamos hablando de como sistemas complejos como la web que se suponen abiertos, terminan siendo cerrados y medio monopólicos: el 50% de los usuarios visita los mismos 5 sitios, siguiendo las conocidas “power laws”. La contracara posible sería la planteada por Chris Anderson en The long tail.